domingo, 25 de marzo de 2012

Muere un hombre decapitado por un toro en los espectáculos taurinos de Navajas

El pasado viernes 20 de enero perdía la vida en Navajas (Castellón) durante un espectáculo de ‘bou embolat’, un hombre de 45 años y vecino de Almàssera, que se encontraba subido a una pila de troncos desde la que presenciaba el espectáculo [1].

«Tras cortar la cuerda el toro se dirigió directo hacia el lugar de los hechos al lado del centenario olmo, donde los mozos dejan los troncos de leña para ir echando a la hoguera y mantenerla encendida durante todo el día. Un lugar en el que como más espectadores, el fallecido se encontraba subido con el fin de visualizar, con mayor altura el momento de embolar» [2].

El animal se dirigió hacia los troncos, que se encontraban en la plaza, subiendo por ellos en dirección a las personas que estaban en lo alto, momento en el que la víctima cayó, seguida del propio animal, recibiendo «un brutal impacto del toro, que le aplastó hasta el punto de que, como confirmaba ayer el propio alcalde, José Vicente Torres, "se quedó con la cabeza separada del cuerpo"» [3].

La familia del fallecido ha manifestado sus dudas acerca de la legalidad del emplazamiento de los troncos en el interior del recinto, aunque, como suele ser habitual en estos casos, para el alcalde, «el recinto "cumplía la normativa" y los troncos estaban "perfectamente apilados, al lado justo del muro del Olmo, para que no supongan ningún obstáculo para los rodadores"» [3].

Una vez más, el único responsable de la muerte es la propia víctima, «Torres achacó el lamentable suceso a una "imprudencia" por parte del aficionado» [3].

Para la Conselleria de Gobernación «la muerte de Jose Enrique Valero no se debió más que a la pura fatalidad. Esa parece ser, de momento, la conclusión de la Conselleria de Gobernación» [4].

Tal y como recoge el diario Las Provincias, «ante la falta de las conclusiones oficiales, desde la administración autonómica reafirmaron las declaraciones del Ayuntamiento de la localidad castellonense, que en todo momento mantuvo que el recinto se adaptaba perfectamente a la ley, y consideraron, «a la vista de las imágenes de lo ocurrido», que los troncos apilados en la plaza del Olmo “no suponían ningún obstáculo, ni para los animales que participaron en el festejo ni para los aficionados, ya que se encontraban amontonados a un lado, apoyados contra un muro”» [5].

La hermana del fallecido, en declaraciones recogidas por el diario Levante, afirmaba que «aunque “ahora no es el momento de buscar responsabilidades, el montón de leña donde murió mi hermano era un obstáculo dentro del recinto”», en alusión a lo establecido en el Reglamento que regula este tipo de espectáculos, que prohíbe la existencia de obstáculos que dificulten el paso de toros y corredores, «como era ese montón de leña del que se cayó José Enrique. Lo justo es que alguien pague por lo que ha ocurrido» [6].

Noticias relacionadas:






No hay comentarios:

Publicar un comentario